
Definimos la teleeducación como la enseñanza a distancia, abierta, flexible e interactiva, basada en el manejo de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y, sobre todo, aprovechando los medios que ofrece Internet.Aunque opinamos que la formación tradicional (la presencial) no debe desaparecer ya que cultiva una formación basada en el contacto personal, creemos que no debemos desaprovechar los cambios que se derivan de la formación online, pues estamos en la época de las NNTT y tenemos que darles paso en el ámbito educativo, aprovechando las oportunidades que nos ofrecen: acceso a la información de personas aisladas geográficamente o con dificultades físicas; la posibilidad de personalizar el aprendizaje, atendiendo a las distintas capacidades, conocimientos e intereses del alumno; las opciones a la hora de elegir el momento del año en que se quiere comenzar un curso, la actualización constante de materiales y contenidos que permite el sistema; también posibilita un aprendizaje abierto/ flexible ya que permite elegir hora, día y lugar para la realización de ciertas actividades, itinerarios formativos o el ritmo de trabajo. Además, gracias a su conexión “telaraña” (Web) ofrece bases de datos, enciclopedias, bibliotecas virtuales, etc.; aunque, paralelo a ello, nos recuerda la dificultad que supone la falta de coordinación entre los diseñadores de las Web, que ocasiona mucha confusión a los usuarios, sobre todo cuando se pierden.Así pues, comprobamos que esta modalidad formativa tiene multitud de ventajas pedagógicas, pero también algunas dificultades como el bajo nivel de implantación de las TIC lo que hace que sea un medio poco accesible, además del alto coste de las comunicaciones en España; la falta de contacto humano entre profesores y alumnos; la falta de confianza por parte de los profesores en utilizar las Nuevas Tecnologías para impartir clases.Asimismo, con propósito de proporcionar acceso a la educación a todos los que no pueden acceder al sistema presencial, creemos que la formación debe combinar ambas metodologías recogiendo lo mejor de cada una de ellas. De esta forma se potencia los factores más destacados del STF (Sistema de Teleformación) con puntuales apoyos tutoriales, logrando un nivel de aprovechamiento superior a los obtenidos en cada caso de forma aislada.A través de la teleformación, es decir, las nuevas formas de transmitir conocimientos con el apoyo imprescindible de herramientas telemáticas ideales los alumnos/as pueden formarse a distancia ya que no requiere lugar y hora concretas y permite evaluación y seguimiento del alumno/a.Los alumnos/as a través del STF tienen acceso a diversos materiales didácticos como puede ser: libros, videos, curso en soporte Web donde están todos los materiales del curso en la Web y se puede desarrollar en contacto virtual con el profesor. Pueden también acceder a canales de comunicación entre personas (profesores, tutores, gestores del sistema y estudiantes) para que puedan tener diálogos fluidos sobre aspectos relacionados con el curso, hacer preguntas, debatir, compartir información, realizar trabajos colaborativos…; aulas virtuales, una para cada asignatura, donde se realizan la mayor parte de los trabajos académicos pues proporciona entre otras cosas: información de cada asignatura (programa, guía de estudio, propuesta de actividades, comentarios de los profesores, etc.),y acceso a los materiales didácticos específicos de la asignatura (documentos, ejercicios…). Además, podrán utilizar las tutorías en las que podrán comunicarse permanentemente con el tutor de manera personalizada a través de correo electrónico; podrán participar en aulas virtuales sincrónicas, son sesiones síncronas en la que los estudiantes se reúnen durante un tiempo determinado en una clase virtual para interactuar (hacer comentarios y preguntas) mediante sistemas de videoconferencia con el profesor y otros grupos que están distantes.La figura del tutor dotará de sentido pleno a los esfuerzos de los alumnos incorporando a ellos los matices necesarios relativos al contexto y a la ética. Así pues, mediante este enfoque los alumnos aprovecharán los encuentros presenciales con el profesorado para asentar los conocimientos ya adquiridos, invirtiendo ese tiempo en la aprehensión no ya de conceptos y datos, sino en la interpretación adecuada de los mismos y en su correcta aplicación a la vida real. Al mismo tiempo, el profesor potenciará su papel orientador/facilitador de recursos, asesor y motivador del alumnado, y asumirá la dinamización de la comunidad de aprendizaje virtual que forma con sus estudiantes.De esta forma conseguiremos 3 metas: que los alumnos aprendan más eficientemente; que acaben su proceso formativo y que la formación le satisfaga. Sin olvidar la comodidad, la rapidez y el menor coste posible.Para finalizar proponemos una serie de páginas Web de interés tanto para alumnos/as como para profesores, madres y padres.